Ermita Celestina
La ermita-santuario de la Madonna dell’Altare se eleva sobre el Monte Porrara a casi 1300 m snm.
El edificio tiene la apariencia de una fortaleza, se levanta sobre un acantilado que hace que el edificio sea impenetrable por tres lados. Está compuesto por la iglesia, una unidad residencial altamente articulada y un jardín colgante. Entras al templo a través de la única entrada que consiste en una gran puerta. El salón tiene el aspecto de una casa noble.
Historia y leyendas: este fue probablemente el primer lugar donde Pietro Angelerio vivió como ermitaño, antes de hacer sus votos. Fue aquí donde el futuro Papa Celestino V, tras llegar a la Majella, se detuvo en una cueva (la llamada Taverna) y comenzó su vida como ermitaño propiamente dicho, entre 1235 y 1238. El edificio fue construido por los celestinos hacia el siglo XIV para inmortalizar, con toda probabilidad, el recuerdo de la primera residencia eremítica de su fundador, Pietro dal Morrone, que llegó a ser papa con el nombre de Celestino V. Se desconoce el verdadero significado de la dedicación del santuario a Nuestra Señora del Altar. Cabe suponer que el título deriva de la morfología del lugar, que recuerda la forma de un altar; en cualquier caso, el término se utiliza también para otros lugares de la Majella, como Cima d’Altare y Altare dello Stincone. Con la supresión de las órdenes religiosas en 1807, el convento pasó a manos de los barones de Perticone, que lo convirtieron en la residencia de verano de la familia. Más tarde, un ermitaño laico se refugió allí. Durante la última guerra fue convertido en prisión por el ejército alemán y en 1970 fue donado al municipio de Palena.
Ritos y eventos
Se puede llegar a la ermita por un camino fácil antes del paso de la Forchetta, pero la gente, sobre todo para la peregrinación del 2 de julio, fiesta de la Madonna dell’Altare, prefiere elegir caminos por el bosque que representan mejor la condición del peregrino penitente. El Santuario, cerrado durante los meses de invierno desde el 21 de noviembre, se reabre en Pentecostés con un solemne servicio litúrgico al que asisten numerosos peregrinos. La Virgen del Altar se celebra el 2 de julio y, de acuerdo con el culto mariano, el 12 de septiembre con un rito que conserva muchos aspectos de la cultura pastoral. Otra ocasión para visitar el santuario es el domingo siguiente a la fiesta de San Falco, santo ermitaño y exorcista, cuyo cuerpo se conserva en la iglesia parroquial de la ciudad para celebrar el oficio litúrgico en honor al santo de los poseídos.